viernes, 29 de marzo de 2013

Trabajo premiado en el concurso del día de la mujer 2013 organizado por La Mancomunidad Campiña Sur



EL DÍA QUE MI PAPÁ SE PUSO UN DELANTAL


Un día mi padre entró en la cocina con paso decidido y se puso una prenda rara sobre su cuerpo ¡Era un delantal¡ Entonces a mi no me sorprendió que se pusiera el delantal porque él casi siempre ayuda en la cocina a mi madre, sobre todo los fines de semanas al almorzar y al cenar y los días entre semana en la cena. Las comidas de los fines de semanas son un show porque siempre nos lo pasamos bien entre familia cocinando, disfrutando de estar juntos y ayudarnos en lo que no sabemos hacer. Los platos que mejor se le dan a mi padre son la paella y los postres.
Me acuerdo de un día en que mi padre se propuso hacer una tarta que le gustara a todo el mundo para mi cumpleaños y lo consiguió, todos le decían que estaba buenísima. Mi padre consiguió hacer una tarta buenísima que valió la pena probar.
Me gusta estar con mi padre y mi madre en la cocina porque cuando cocinamos en familia el tiempo parece que no corre y disfruto estando con ellos y hablando de algo. Además de cocinar, mi padre se inventa recetas que te parecen raras pero luego están riquísimas. Una vez se propuso hacer una receta que llevara muchas especias, pero que estuviera buena. Tras mucho pensar no consiguió nada, pero un día haciendo filetes de pollo se le ocurrió echar algunas especias de las que pilló en un filete y lo puso a la plancha, lo probó y estaba buenísimo, parecía una locura, pero en realidad estaba bueno.
Cuando hacemos algún perol él siempre quiere ayudar en la cocina porque le encanta cocinar. A mi padre se le da muy bien la cocina y siempre se esmera mucho en lo que hace.
Mi padre me ha dicho que el trabajo de cocinar es un trabajo tanto de mujeres como de hombres y que es un trabajo al que se debe dedicar un tiempo para poder sacar una receta que valga la pena probar y decir que está buena. Tanto el trabajo de ser cocinera, como el de ama de casa que es uno de los que menos se valora en el mundo, son trabajos en el que tanto hombres como mujeres deben participar. También me ha dicho que debo valorar a todos los trabajos por igual porque todos ellos requieren un esfuerzo muy grande. También me ha enseñado a que nunca me debo de dar por vencido porque lo imposible no existe en este mundo y que todo se puede lograr con un poco de esfuerzo y echándole ganas de hacer lo que te propones lograr.
Me gustaría, aparte de mi familia, que muchas familias se repartieran las tareas de casa y que disfruten de pasar un rato en familia porque hacer algo en familia no es perder tiempo, es ganar en felicidad y en bienestar. Eso es lo que opino yo, que la familia es un regalo que hay que cuidarlo todos los días.


Realizado por: Ana María Casado Carmona. 6ºA

Trabajo premiado en el concurso del día de la mujer 2013 organizado por La Mancomunidad Campiña Sur.

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